Siento
haber tardado en subir, pero tenía la semana muy ajetreada y el sábado me fui
al concierto de One Direction, así que ni el sábado ni el domingo pude
escribir. Por eso hoy os dejo dos capítulos que espero que los disfrutéis mucho‹з
Quedé paralizada antes su respuesta. Claro que le quería, y
se lo había dicho yo misma, pero el que saliera de él era extraño. Bajé de
nuevo la mirada hacia sus labios. “El plan se está adelantando demasiado, esto
se suponía que tenía que pasar mañana, junto a Sam”.
-Greyson..
-Si me vas a decir lo de siempre ahórrate las palabras.
Subí la mirada por encima de su hombro. Alicia estaba allí
plantada mirando la escena, sonriente y asintiendo. Quería que se lo dijera,
ya. Noté el suspiro de Greyson.
-¿Piensas decir algo?
-¿Qué quieres que diga?
-¿Que qué quiero que digas?
Se echo un paso hacia atrás y me miró confuso mientras yo
asentía levemente.
-___, ya sabes lo que quiero que digas.
-¿Y Sam?
-¿Qué pasa con ella?
-¿La quieres?
-Claro que no.
-Entonces, ¿por qué tan cariñoso con ella?
-___..
-Respondeme.
De nuevo escuché su suspiro.
-Ven.
-Ven.
-No hasta que me respondas.
-¿No vas a venir?
Negué con la cabeza. Rápidamente Greyson me agarró por las
piernas colgándome sobre su hombro como un mísero saco de patatas. Los pataleos
y los gritos que daba para que me bajara no servían de nada. Habíamos salido de
la disco hacia un parque por el que, gracias a dios, no pasaba nadie. Me dejó
suavemente en el suelo a lo que yo respondí empujándole.
-¿¡Por qué has hecho eso!?
-No querías venir.
-Bueno, pues ya estamos aquí.
-¿Querías que te dijera por qué estaba tan cariñoso con Sam?
Lo miré fijamente mientras asentía. Él paso una mano por su
pelo revolviéndolo todo antes de ponerse a hablar.
-Estaba así con ella por ti, ___.Quería darte celos o igual
olvidarte, no se exactamente el que quería, aunque sabía que no pasaría ninguna
de las dos cosas. Yo con Sam no quiero nada, ella no es tú, y yo solo te quiero
a ti.
Su mirada seguía fija en mi, igual que la mia en él, antes
de agachar su cabeza. Agarré sus mejillas haciendo que me mirara de nuevo.
-Sabes que yo también te quiero, pero tengo.. miedo.
-¿Miedo? ¿De mi?
Negué con la cabeza.
-Miedo de que me ocurra como a mi madre. Miedo a enamorarme.
Miedo a perderte.