Una chica. Un chico. Diferentes paises. Ella es terca. Él es adorable. Miles de secretos y un solo problema. Ella tiene miedo al amor. Él quiere enamorarla.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Capitulo 11.




Ya habían pasado un par de semanas desde entonces. Había tenido una segunda cita con Mark, esta vez más tranquila, y ahora todo el internado me conocía por “La novia de Tyler”. Mientras tanto, Dani había empezado también algo serio con Taylor. Era martes, y hoy tenía la ante penúltima prueba. Con esta sabría si podría tener alguna posibilidad o no de seguir en este internado.
- ¿Y que teníais que preparar para esta vez? – habló Jordi con un trozo de bocadillo en la boca - ¿Vals? ¿Ballet?
- El Vals lo hicimos la semana pasada, y no hables con la boca abierta – le di un golpe en la barbilla mientras el se quejaba – Además, a partir de ahora elegimos nosotros.
- ¿Y que vas a hacer?
- Sigo en mi camino con el hip-hop y el funky – le di un mordisco a la manzana – Eso con lo que de verdad estoy segura.
- Lo harás genial
Por primera vez en media hora Dani se había dignado a hablar. Siempre que estaba con Taylor, el mundo desaparecía para ella. No tenía nada en contra de su relación, solo pedía que mi mejor amiga dejara de ignorarme tanto. Noté una mano cálida en mi hombro que me hizo voltearme.
- Disculpen, pero les robo a la princesa.
- Déjate de ñoñerías, Mark – me levanté cargando mi mochila al hombro – Luego nos vemos chicos.
Salimos del comedor para encaminarnos hacia las taquillas. Quedaba poco menos de 10 minutos para empezar las clases, así que fui a recoger todo lo que necesitaba.
- Esta tarde tienes lo de la prueba, ¿cierto?
Asentí mientras guardaba y sacaba algunos libros.
- ¿A que hora acabas?
- Sobre las 7, más o menos – cerré la taquilla y me giré hacia él - ¿No estás allí?
- Tengo un par de cosas que hacer, así que dudo poder ir. Pero intentaré estar allí para las 7, sino ya hablaremos – el timbre de vuelta a clase sonó llamando nuestra atención – Luego hablamos.
 Me dio un rápido beso en los labios para luego irse a toda prisa, pero no hacia las clases. Iba en sentido contrario, hacia la salida de emergencia.
- ¿Vamos ___?
- Mar – me volví hacia ella – Necesito que me cubras, que digas que estoy mala o algo. No puedo ir a clase.
Mark llevaba varios días muy raro, y yo quería saber lo que ocurría. Quizá seguirle no era lo mejor que podía hacer, pero sabía que él no me lo iba a contar, sino ya me lo hubiera dicho.
- ¿Ocurre algo? – Mar frunció el ceño – Nunca te has saltado una clase.
- Tengo que averiguar una cosa, solo será esta vez.
Vi como asentía sin estar muy segura de ello. Giré para seguir el mismo camino que Mark había tomado. No sabía dónde estaba, pero había escuchado la puerta de emergencia cerrarse, así que no estaría muy lejos. Me adentré por el pasillo que había antes de llegar al exterior, pero me paré antes de salir.
- … y se lo va tragando, poco a poco, de momento no hay ningún problema.
Era la voz de Mark, pero no estaba solo. Me asomé levemente para poder ver otra dos figuras, las dos de espaldas a mi.
- Espero que ese idiota no intervenga – habló una de las dos, la más alta de ellas – Sino tendré que enseñarle de nuevo las normas.
- No hay que enseñarle nada, Dylan – la grave voz de la segunda figura se escuchó fuerte a pesar de que no estaba gritando – Mark sabe todo lo que tiene que hacer.
- Así es señor, su hija está totalmente controlada.
¿Quien era su hija? Me giré para volver a entrar, pero mi torpeza se hizo de notar en ese momento. Varias botellas se encontraban esparcidas por el camino, las cuales empezaron a rodar cuando me tropecé con una de ellas. Escuché los pasos venir hacia aquí haciendo que corriera y entrara justo cuando un chico rubio se asomaba seguido de Mark. No me habían visto.


martes, 10 de septiembre de 2013

Capitulo 10.




- ¿Hace cuanto estáis juntos?
Era mitad de noche y yo había salido a tomar el aire mientras Mark hablaba con, por lo que me había contado, unos viejos amigos de la familia. Estaba apoyada en la pared mientras miraba la luna delante de mí. Hoy hacía una noche preciosa. Seguro que otra pareja la esta disfrutando mucho mejor que yo.
- No estamos juntos.
- Vaya – Greyson sacó un cigarro de su chaqueta y lo encendió – Pues todos deducen que si.
- Pues deducen mal – suspiré y giré mi cabeza hacia él - ¿Desde cuando fumas?
- Un par de años.
 Volví de nuevo mi mirada hacia la luna. Él no era el Greyson del que yo me había enamorado, no era mi dulce chico de 16 años. ¿Cómo podía haber cambiado tanto en tan poco tiempo? Me incorporé y empecé a caminar hacia la entrada, pero una mano se cerró alrededor de mi muñeca obligándome a parar.
- Escúchame – se colocó delante de mí mientras me miraba fijamente a los ojos – Mark es un gran amigo mío, pero no es un buen chico. A ti te parecerá todo lo contrario, como a todas sus novias, o ahora sus ex novias, pero no lo es. Te aconsejo que no entables nada serio con él.
- ¿Y por qué debería hacerte caso? No ha hecho nada que implique que sea como tu dices que es.
Greyson suspiró pesadamente.
- Y no lo hará, hasta que estéis juntos – agarró mi barbilla haciendo que le mirara – Hazme caso por una vez.
- No puedo hacerte caso – quité su mano de mi barbilla - Tampoco sé como eres tú ahora ni lo que puedes hacer. Quizá solo quieras que no me junte con él para tener más oportunidades conmigo.
Pasó una mano por su pelo mientras daba una última calada y tiraba el cigarro al suelo. Me miró de nuevo y negó.
- No me vas a creer, ¿verdad?
Desvié mi mirada de nuevo hacia la luna. No podía creerle, él no era mi Greyson, yo no conozco a el nuevo Greyson. Suspiré pesadamente, pero no respondí.
- Esta bien, no voy a insistir. Haz lo que quieras.
Se metió rápidamente en el edificio dando una fuerte sacudida a la puerta. No comprendía por qué tenía que temer a Mark, él no era mal chico. El resto de noche pasó con más tranquilidad. Decidimos irnos de allí y terminamos cenando a las 12 de la noche en un McDonalds. Era la 1 y media de la madrugada cuando Mark me acompañó a mi habitación. Gracias a Dios los fines de semana no había horario de entrada al internado, por lo que podías llegar cuando quisieras.
- Bueno, ¿y qué tal lo has pasado?
- Bastante entretenido – me apoyé en la puerta mientras me quitaba los zapatos – Pero tengo los pies molidos.
- Nunca entenderé porqué lleváis esas cosas – se acercó a mi rodeándome por la cintura – A mi me atraen los pantalones de chándal y las deportivas gastadas.
Reí mientras pasaba mis brazos por sus hombros.
- Lo tomaré en cuenta para la próxima vez.
- ¿Qué tal una próxima vez en una playa desierta? – se acercó a mi mientras sonreía – Tú en biquini y nada que nos pueda interrumpir, es perfecto.
Se acercó del todo a mi para unir nuestra bocas. Cada vez estábamos más pegados, ni un soplo de aire conseguiría pasar por allí, ni nadie podría separarnos. Sus ojos estaban cerrados, pero la imagen de sus ojos marrones con varias pecas debajo de estos estaba en mi cabeza. Nos separamos al no tener aire y conseguí ver de nuevo su rostro, pero sus ojos eran azules y las pecas habían desaparecido.
- Mañana hablamos, ¿si?
Asentí con la cabeza. Mark se volvió a acercar a mi para darme un leve beso en los labios y luego marcharse. Entré a mi habitación y tiré todo encima de la silla de estudio para luego hacer lo mismo conmigo pero en la cama.
“No es un buen chico. Hazme caso por una vez”

- No es un mal chico – susurré para mi misma - No lo es.

................................................................................................................................................

Bueno, os dejo este pequeño aviso aquí. El lunes que viene empiezo el nuevo curso, y, no es complicado, pero si tengo que ponerme las pilas y sacarlo lo mejor que pueda. Entonces, a partir del 16, empezare a subir 1 capitulo por semana, que seguramente será en el fin de semana. Si una semana no subo capítulo, subiré dos la semana siguiente. Y también os pido perdón por no haber subido antes, pero no he podido conectarme. Espero que os guste y que sigais disfrutando de la novela

martes, 3 de septiembre de 2013

Capitulo 9.




Solo quedaban 10 minutos para que Mark pasara a recogerme. No sabía donde íbamos a ir, lo único que me había aclarado era que tenía que ir un poco formal, así que tuve que apañármelas con los pocos vestidos que tenía para ir adecuada {http://www.polyvore.com/cgi/set?id=96166162&.locale=es} Había decidido recogerme el pelo en un moño alto, dejando algunos mechones sueltos, y un poco de maquillaje por la cara. No mucho, nunca pretendo exagerar. Guardé todo en el bolso y me coloqué los zapatos al tiempo que alguien llamaba a la puerta.
- Preciosa – Mark me cogió la mano haciéndome girar sobre mi propio eje – O quizás esa palabra se quede escasa.
Sonreí tímidamente mientras cerraba la puerta de la habitación. Mark había venido en su gran Audi plateado, el cual nos servía de mucha ayuda ya que el lugar de la cita quedaba bastante lejos.
- ¿Qué es esto? – pregunté al bajar del auto.
Un edificio completamente blanco se alzaba delante nuestra. No había ningún cartel que nos indicara que era, solo la fachada de este con una puerta giratoria que daba al interior.
- Ya lo verás cuando entremos – entrelazó los dedos con los míos mientras comenzábamos a andar – Seguro que te encantará.
Y así fue. El blanco de las paredes seguía apareciendo en el interior de este, pero ahora estaban decoradas con miles de cuadros y esculturas. No había mucha gente allí, pero se podía ver que toda era de un clase bastantealta. Por ello me había pedido que viniera formal.
- Sabía que te gustaba el arte – dijo Mark mientras pasaba su mano por mi cintura – Así que pensé en esto. No es una galería local, por lo que solo saben que existe las personas más lujosas.
- Como tú.
- Como yo.
Pasamos horas allí dentro contemplando cada obra de la sala. Todas y cada una de ellas eran preciosas. Me asombraba como una sola persona podía plasmar tanta belleza en un simple folio blanco o en un trozo de barro. Escuché a Mark hablar con otra persona detrás de mí, pero no me pretendía girar. Estaba absorta en uno de los cuadros más fascinantes que había visto nunca.
- ___ - me llamó al poco rato – Ven, quiero presentarte.
Tarde unos segundos en darme la vuelta, y me arrepentí de ello. Me acerqué a Mark con la copa de vino tinto temblándome entre las manos.
- Linda – pasó de nuevo la mano por mi cintura, mientras con la otra sostenía su copa – Él es Christian, amigo de los últimos años de instituto.
Señaló con la copa a un chico alto y corpulento, de pelo corto castaño y ojos grisáceos. Le sonreí mientras inclinaba levemente mi cabeza, al igual que él.
- Este es Tristan, compartimos varias clases en la secundaria.
De nuevo guió la copa para pararse en un chico rubio de ojos entre verdes y marrones. No era muy alto, estaría cerca del 1’75, pero tenía mucha anchura. Le dediqué, al igual que al otro, una sonrisa, y este me correspondió con otra.
- Y por último Greyson, el gran Chance.
Fue allí cuando se desmontó mi noche. Quería una cita tranquila con Mark, olvidarme de todos los problemas y pasarlo bien, pero tenía que aparecer él. Él con su enorme sonrisa de gratitud. Al parecer esta situación le gustaba, mientras yo estaba deseando salir de allí corriendo.
- Sí, ya nos conocemos – habló él.
- ¿Sí? – asentí mientras Mark me miraba interrogante - ¿De que?
- Greyson vino hace unos años de intercambio a mi escuela, aunque nunca nos llevamos del todo bien.
Vi como quiso hablar, pero apretó la mandíbula y no dijo nada. Su sonrisa había desaparecido durante unos segundos, pero no tardó mucho en volver a su cara. Suspiré débilmente sin hacerme notar. Aún estaba a tiempo de arreglar la noche, pero primero había algo de lo que tenía mucha curiosidad.
- ¿Y vosotros de que os conocéis?
- De hace mucho tiempo, quizá desde los 2 años – me respondió Greyson.
Miré a Mark mientras este solo observaba al pecoso con una gran sonrisa.
- O de antes - rió este.
- Como para acordarnos.
Greyson y Mark se echaron un par de risas.Estaba feliz de verle, ¿por qué? No tardó mucho en bajar la mirada hacia mi y asentir con entusiasmo.
- Él es mi mejor amigo.
Mierda.