Ya habían pasado un par de semanas desde entonces. Había
tenido una segunda cita con Mark, esta vez más tranquila, y ahora todo el
internado me conocía por “La novia de Tyler”. Mientras tanto, Dani había
empezado también algo serio con Taylor. Era martes, y hoy tenía la ante
penúltima prueba. Con esta sabría si podría tener alguna posibilidad o no de
seguir en este internado.
- ¿Y que teníais que preparar para esta vez? – habló Jordi
con un trozo de bocadillo en la boca - ¿Vals? ¿Ballet?
- El Vals lo hicimos la semana pasada, y no hables con la
boca abierta – le di un golpe en la barbilla mientras el se quejaba – Además, a
partir de ahora elegimos nosotros.
- ¿Y que vas a hacer?
- Sigo en mi camino con el hip-hop y el funky – le di un
mordisco a la manzana – Eso con lo que de verdad estoy segura.
- Lo harás genial
Por primera vez en media hora Dani se había dignado a hablar.
Siempre que estaba con Taylor, el mundo desaparecía para ella. No tenía nada en
contra de su relación, solo pedía que mi mejor amiga dejara de ignorarme tanto.
Noté una mano cálida en mi hombro que me hizo voltearme.
- Disculpen, pero les robo a la princesa.
- Déjate de ñoñerías, Mark – me levanté cargando mi mochila
al hombro – Luego nos vemos chicos.
Salimos del comedor para encaminarnos hacia las taquillas.
Quedaba poco menos de 10 minutos para empezar las clases, así que fui a recoger
todo lo que necesitaba.
- Esta tarde tienes lo de la prueba, ¿cierto?
Asentí mientras guardaba y sacaba algunos libros.
- ¿A que hora acabas?
- Sobre las 7, más o menos – cerré la taquilla y me giré
hacia él - ¿No estás allí?
- Tengo un par de cosas que hacer, así que dudo poder ir. Pero
intentaré estar allí para las 7, sino ya hablaremos – el timbre de vuelta a
clase sonó llamando nuestra atención – Luego hablamos.
Me dio un rápido beso
en los labios para luego irse a toda prisa, pero no hacia las clases. Iba en
sentido contrario, hacia la salida de emergencia.
- ¿Vamos ___?
- Mar – me volví hacia ella – Necesito que me cubras, que
digas que estoy mala o algo. No puedo ir a clase.
Mark llevaba varios días muy raro, y yo quería saber lo que
ocurría. Quizá seguirle no era lo mejor que podía hacer, pero sabía que él no
me lo iba a contar, sino ya me lo hubiera dicho.
- ¿Ocurre algo? – Mar frunció el ceño – Nunca te has saltado
una clase.
- Tengo que averiguar una cosa, solo será esta vez.
Vi como asentía sin estar muy segura de ello. Giré para
seguir el mismo camino que Mark había tomado. No sabía dónde estaba, pero había
escuchado la puerta de emergencia cerrarse, así que no estaría muy lejos. Me
adentré por el pasillo que había antes de llegar al exterior, pero me paré
antes de salir.
- … y se lo va tragando, poco a poco, de momento no hay ningún
problema.
Era la voz de Mark, pero no estaba solo. Me asomé levemente para
poder ver otra dos figuras, las dos de espaldas a mi.
- Espero que ese idiota no intervenga – habló una de las
dos, la más alta de ellas – Sino tendré que enseñarle de nuevo las normas.
- No hay que enseñarle nada, Dylan – la grave voz de la
segunda figura se escuchó fuerte a pesar de que no estaba gritando – Mark sabe todo lo que tiene que hacer.
- Así es señor, su hija está totalmente controlada.
¿Quien era su hija? Me giré para volver a entrar, pero mi torpeza se hizo de notar en ese momento. Varias botellas se encontraban esparcidas por el camino, las cuales empezaron a rodar cuando me tropecé con una de ellas. Escuché los pasos venir hacia aquí haciendo que corriera y entrara justo cuando un chico rubio se asomaba seguido de Mark. No me habían visto.
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