Una chica. Un chico. Diferentes paises. Ella es terca. Él es adorable. Miles de secretos y un solo problema. Ella tiene miedo al amor. Él quiere enamorarla.

martes, 4 de junio de 2013

Capitulo 23.

Este capitulo se lo dedico a mi gran gran gran gran gran gran gran amiga Julia, que sé que ahora mismo está leyendo esto y diciendo “Acaba ya la novela y lárgate a estudiar a Canadá”. Y que, a pesar de lo mucho que  la llego a aborrecer y lo nerviosa que me llega a poner, la quiero mucho.





Ya habían pasado dos desde que hablé con Greyson y todo había mejorado. Desde entonces estábamos más unidos, ninguno de los dos evitaba al otro y, bueno, hoy me había propuesto salir con él. Al principio dudé en que responder, pero una oportunidad no dañaría a nadie. Sobre el plan, no lo pusimos a cavo ya que ni Greyson ni Ali ni yo fuimos a la fiesta de Sam. Además, ya había llamado para apuntarme a la escuela de baile, y de momento todo iba perfecto. Ah, y Mey está más feliz que nunca junto a Cody. Al final todo había salido bien.
-Entonces, ¿le das una oportunidad?
Ali estaba sentada en mi cama mientras yo buscaba algo que ponerme para hoy. No tenía que ir muy arreglada, según me había dicho él, pero tampoco iba a ir con mi pijama.
-Si, no creo que sea mala idea.
-¡ALELUYA!
Giré hacia mi amiga para sacarle la lengua antes de meterme en el cuarto de baño. Me duché rápidamente para luego empezar a maquillarme. Un poco de raya y rímel y listo. Hoy hacía una noche cálida, así que no pensaba llevarme chaqueta {http://www.polyvore.com/cgi/set?id=75982850}. Escuché a Ali llamar a la puerta.
-¡____! Greyson ya está abajo, me voy ya.
-¡Bien, te quiero!
Dejé mi pelo suelto y salí del baño a toda prisa buscando mi móvil y mi cartera. No se donde íbamos, pero cuando bajé no via  Greyson muy arreglado. Aún así iba perfecto. Extendió una mano hacia mi, la cual agarré para salir de casa. Caminamos a su auto antes de que me susrrara en el oído.
-Estas preciosa, como siempre.
Solo sonreí mientras abría la puerta del copiloto. Entré en el coche. Greyson conducía ya que era un año mayor que yo y ya tenía su queridísimo carnet de conducir. Pasamos por el centro de la ciudad, pero sin detenernos en ningún sitio de esta, sino que continuamos hasta salir de ella. Greyson giró a la derecha aparcando el coche justo al lado de un pequeño camino que subía una pendiente algo empinada.
-¿Qué hacemos aquí?
Miré a Greyson mientras sacaba una cesta y un par de mantas de la parte de atrás del coche antes de agarrarme de la cintura y empezar a caminar.
-Sorpresa.
Ya empezaba todo a oscurecer y las sombras se veían borrosas. Los árboles tapaban el poco sol que quedaba, dejando el sendero casi a oscuras. Noté que una cinta negra me tapaba los ojos, pero no pregunté, simplemente seguí caminando guiada por Greyson.  Paré cuando él paró.
-Espera, enseguida vuelvo.
Asentí. No veía nada, solo podía escuchar ruidos cuando Greyson se movía. Aunque también escuchaba algo de agua, como cayendo.
-Listo.

Me fue destapando los ojos poco a poco, y poco a poco mi fascinación fue llegando. Todo era increíble. Delante de mí había un pequeño lago en el cual se reflejaba la luna ya en el cielo. Pequeñas cascadas caían desde las rocas de sus laterales, haciéndolo más precioso aún.  A la orilla de este estaba una de las mantas con dulces encima de esta. Miré a Greyson sin saber que hacer, asi que simplemente lo besé. 

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