Capitulo 24.

-Entonces, ¿te gusta?

-Me encanta pero, ¿dulces?

Greyson se encogió de hombros con mis manos aún encima de estos.

-No se cocinar, y a ti te gustan los dulces.

Sonreí para después darle un pequeño beso en la comisura de los labios. La noche pasó rápido, con él al lado todo pasaba rápido. Decidimos dejar todo sin recoger y tumbarnos a mirar las estrellas. Tenía la cabeza encima de él por lo que podía oir el pulso de su corazón.

-___, tengo algo para ti.

Levanté lijeramente mi cuerpo para mirarlo.

-¿Para mi? ¿El que?

Greyson se sentó para sacar una pequeña bolsita del bolsillo de su pantalón. La bolsa plateada llevaba un lazo rojo arriba, cerrando la entrada de esta. Me entregó la bolsa y, suavemente, la abrí con mucho cuidado. Una pulsera, una preciosa pulsera es lo que contenía. Era de lana azul atada a los laterales por un pequeño botón blanco. En el centro de esta había una chapita con el nombre de “Greyson” grabado en esta. Greyson levantó su muñeca dejando ver la suya, igual que la mía pero de color verde y con el nombre de “___” gravado en la chapita.

-Esto es… es increíble.

-Quiero que de verdad veas que te amo, ___. Que todo lo que hice solo fue para conseguir tenerte, y ahora que te tengo no quiero perderte.

Agarré sus mejillas y junté de nuevo nuestros labios.

-Te amo y no me vas a perder.

El resto de la noche la pasamos tumbados hablando de todo, entre besos y abrazos. No quería querer a nadie por miedo a perderlo, pero con él ese plan falló. Greyson me dejó en la puerta de mi casa para luego despedirse, no muy rápidamente, e irse a la suya. No había mirado el móvil en toda la noche y tenía como 4 mensajes.

“Disfruta de la cita pequeña, el chico es increíble;) Mey x”

“¡Todo con protección, no quiero ser “tia” aún! Ali”

Reí con estos dos mensajes, llegaban a ser bastante lerdas a veces.

“Señora Chance, tenemos que hablar. Y sí, es importante. Cody.”

Este último me preocupó un poco, Cody no solía pedir ayuda.

“Atenta a tus movimientos, atenta a la gente, no sabes cuando algo te puede caer como una rayo para partirte por la mitad. x”

¿Qué era eso? Releí el último mensaje miles de veces, era una amenaza, o sonaba a ello. Igualmente subí a mi habitación y me fui a dormir con la mejor de mis sonrisas, nada podría joder esta noche.